DÍAZ MARTÍN
Las redes sociales, los teléfonos móviles y las comunicaciones inalámbricas de alta velocidad han cambiado nuestra vida y la manera de comunicarnos. Nos relacionamos a través de fotografías. Cada dos minutos, tomamos tantas como en todo el siglo XIX.
Es la postfotografía, nuevas formas de usar, producir y difundir la imagen fotográfica. Por primera vez somos dueños de nuestra imagen y la gestionamos sin intermediadores. En un juego de seducción, los autorretratos recorren las redes expresando un doble impulso narcisista y exhibicionista.
Obtengo la materia prima con la que trabajo de ese enorme flujo icónico que es Instagram. He dejado de tomar fotografías, ahora las busco, selecciono, archivo y transformo. Con ellas compongo nuevos seres que forman "Idolatría", un catálogo de bestias, rapados, tatuados e ídolos sin género definido.
En este trabajo reflexiono sobre el uso de la imagen en las redes , el concepto de autoría y el papel de la fotografía más ortodoxa e institucional.